5 consejos para perder grasa sin darte cuenta
En muchas ocasiones, cuando hablamos de perder grasa, pensamos que la estrategia se encuentra en llevar a cabo acciones complicadas. Sin embargo, entendiendo que para conseguir esta situación debemos estar en déficit calórico, en este artículo vas a encontrar 5 consejos que puedes aplicar en tu día a día para perder grasa sin darte cuenta.
Utiliza aceite en spray
El aceite de oliva es una alimento muy interesante nutricionalmente. De hecho, en nuestra cultura lo consideramos el “oro líquido”. En ciertas dietas de pérdida de peso es fácil ver cómo reducen su cantidad drásticamente con el fin de ahorrar calorías. Y esto se explica porque, a nivel de composición nutricional, el aceite es prácticamente 100% grasa. Y, si tenemos en cuenta que este macronutriente es el que más calorías por gramo aporta, es lógico pensar que una forma rápida para ahorrar calorías es eliminando este alimento. Sin embargo, ¿es una decisión recomendable? Pues no.
¿Cuáles son las consecuencias de eliminar las grasas de nuestra alimentación?
- Preparaciones menos sabrosas que no podrán sostenerse en el tiempo ni convertirse en un hábito
- Menor saciedad. Las grasas retrasan el vaciado gástrico. Si las eliminamos completamente, es lógico que uno acabe picoteando otros alimentos menos interesantes nutricionalmente, haciendo que las calorías que se ahorra de un lado, se terminen consumiendo en ese picoteo.
- Problemas de salud. Las grasas forman las membranas de todas nuestras células y, a partir de ellas se forman nuestras hormonas. Además, son fuente de vitaminas liposolubles.
Por tanto, eliminar el aceite o reducirlo drásticamente puede acarrearnos problemas. Una forma de reducir la cantidad sin renunciar a su uso ni tampoco al sabor de las preparaciones, es utilizar un spray para servirlo.
Las ensaladas quedan completamente aliñadas, se puede rociar un asado y hacer salteados o preparaciones a la plancha sin emplear demasiada cantidad.
En ciertas ocasiones, el problema de condimentar las ensaladas, se encuentra, no solo en la cantidad de aceite empleada, sino al finalizar, el aceite que queda en el fondo, suele emplearse para mojar pan y por tanto, añadir a un más calorías. No debemos olvidar que ante una situación de pérdida de grasa, lo que buscamos es estar en déficit calórico. Esto no quiere decir que el pan sea un alimento que engorde, pero puede hacernos salir de ese déficit.
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Cambia los aperitivos habituales
Las tapas de queso con el embutido, el pan tostado, las patatas fritas y la cerveza o copa de vino son aperitivos bastante típicos en nuestra cultura gastronómica. Hacerlo de forma puntual no debería suponer ningún problema, pero si el picoteo es frecuente, además de estar añadiendo un extra importante de calorías de baja calidad nutricional, vamos a llamarlo calorías vacías, tampoco es que sea muy interesante desde el punto de vista de salud. Las carnes procesadas, los fritos y el alcohol, cuanto menos, mejor.
Una alternativa más saludable y que te va a permitir mantener perder grasa, es cambiar ese aperitivo por encurtidos, crudités con un paté vegetal, tipo escalivada untable, tomates cherry y una versión 0,0 de cerveza. ¡Ojo! Que puedes estar reduciendo hasta 500 kcal.
La fruta antes o después de comer
Cualquier fruta fresca es un alimento imprescindible en la pérdida de grasa y mantenimiento o mejora de nuestra salud. Es por ello que debemos incluirla sin excepción alguna. Aunque existan determinadas creencias acerca de si es mejor tomarla en un momento determinado del día u otro, o si a partir de una hora se acumula en forma de grasa, no es así.
La fruta puede y debe consumirse en cualquier momento del día. Cuando te apetezca. Siempre va a ser una excelente opción. Sin embargo cuando hago referencia a antes o después de comer, lo hago por las siguientes situaciones:
En primer lugar, terminar la comida consumiendo fruta fresca de postre, va a ayudar a quedar saciado durante un largo periodo de tiempo. Y hacerlo al contrario, consumir fruta justo antes de comer, ayuda en esas situaciones en las que llegamos a casa con un hambre veroz, a comer de forma consciente, atendiendo a la cantidad que realmente necesitamos sin excedernos.
Aumentar la cantidad de verduras en el plato
La proporción de estas en el plato debe ser, en relación a otros alimentos, mayor. Para ello no es hay que prescindir de alimentos ricos en carbohidratos, como en muchas ocasiones se piensa. Las verduras tienen muy bajo aporte en calorías a la vez que son altas en fibra y ricas en agua, por lo que sacian bastante. Por ese mismo motivo, son una excelente forma de enriquecer nuestros platos sin aportar un extra calórico con otros alimentos. Con esto quiero decir que, si por ejemplo vamos a consumir un plato de pasta con carne, probablemente tendamos a servir una proporción generosa de pasta. Y más que saciar, este plato llena a corto plazo. Pues la digestión no es nada lenta. Sino todo lo contrario.
Para que esto no suceda, en lugar de hacer pasta con carne, es recomendable basar el plato en verduras. ¿Cómo? A través de un pisto, por ejemplo. De esta forma, el plato pasa a ser “Pisto con pasta y carne”.
Otros ejemplos pueden ser:
- Brócoli, coliflor y zanahoria al curry con arroz basmati y salmón
- Menestra de verduras con quinoa y huevo escalfado
- Berenjenas rellenas de soja texturizada y arroz
- Parrillada de verduras con boniato y dorada
Hacer 3 comidas completas al día en lugar de varias
Es bastante habitual ver planes de dietas para perder peso con 5 o más comidas al día. El desayuno, la media mañana, la comida, la merienda, la cena e incluso la recena. Sin embargo, cada una de estas ingestas son muy bajas en calorías.
Vamos a pensar que necesitamos 1500 kcal al día. ¿Qué crees que es mejor? ¿Dividir esa cantidad entre 5 o 3 comidas?
Cuando hacemos pequeñas comidas varias veces al día es complicado terminar de saciarse y, probablemente uno esté constantemente pensando en la siguiente comida, e incluso picoteando.
Desayunar una tostada con 2 lonchas de pavo, una mini cucharada de aceite de oliva y un café cortado con leche desnatada, para dentro de un par de horas consumir una sola pieza de fruta, comer una ensalada, merendar otra pieza de fruta y cenar verduras con pescado a la plancha, es un sacrificio y sufrimiento que no puede durar permanentemente. Como cualquier dieta, tiene resultados cortoplacistas.
En lugar de esto anterior, ¿qué te parece desayunar una tostada con aguacate, tomate y queso fresco, un café cortado con leche semidesnatada y una pieza fruta; comer una ensalada con quinoa, huevo cocido, caballa y nueces y, cenar dorada con verduras y patata?
No tiene nada que ver, ¿verdad?
Conclusión
Perder grasa debe ser siempre la consecuencia de ir cambiando nuestros hábitos y estilo de vida. Nunca debe plantearse como objetivo.
Los consejos anteriores pueden servirte para ir mejorando esos hábitos.